domingo, 27 de septiembre de 2009

El Acantilado Costero

EL acontecer modelado por el viento
Encargo 3


Como es la tradición, cada año en el mismo día y a la misma hora. Las actividades cotidianas de día a día, se interrupían en el "día de la conmemoración". Desde la mañana el ambiente se tornaba algo raro, lo que provocaba cierto nerviosismo. Era tal la expectación, que de pobldos aledaños asistían al festejo. era si lugar a dudas el día más importante del pueblo. Como era ya costumbre, la comunidad se agolpaba lentamente en la plaza central y cuando el sol se posaba en vertical, la marcha se iniciaba.
El paso era alegre y distendido, la marcha era pausada y permanente. Y lentamente, desde el horizonte comenzaba asomarce "el memorial", así lo llamaban algunos, otros le podaban "la estructura".
Lo que nunca estuvo en dudas fue la alegría y ritual que convocaba.
Con el paso del tiempo, lo único que se pudo saber de dicho ritual, era que en su interior se podía escuchar un pequeña música, un murmullo que era generado por la brisa que penetraba desde el poniente, desde el mar... desde el horizonte.
Hoy, un poco más cansado por el paso del tiempo les digo que era cierto... la única manera de saber que motivaba al pueblo "el día de la celebración", es solamente caminando en su interior.

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